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La Posada de Valdezufre

Estos días hace un año que hicimos una escapadita muy, muy corta (una noche, lo menos que se despacha, aunque @elhombremasguapodelmundo me dijo el otro día que ya que Martín sigue comiendo mucho por la noche, nos podríamos ir a algún sitio «aunque sea un día, sin noche» y yo que me hablan de irme de viaje y pienso, por ejemplo en Namibia, no me veía yéndonos a pasar el día a, -yo que sé a lo que se referiria, ¿La Carlota?- a 50 grados, llamadme rara). El caso, que me desvío del asunto, es que teníamos una boda en la sierra de Aracena y aprovechamos la ocasión para conocer un hotelito que siempre que vamos por allí me llamaba la atención, La Posada de Valdezufre.

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Cerezos en flor

Un post que tenía que salir sí o sí esta semana porque justo estamos en fechas de

El año pasado por esta época nos enteramos de una gran noticia y decidimos celebrarlo escapándonos un par de días nosotros solos, algo que no habíamos hecho desde que nació Carlos. No queríamos un destino muy lejano ni que tuviera muchas cosas que hacer ya que básicamente íbamos a descansar, así que cuando nos enteramos que ese fin de semana se esperaba que la floración en el Valle del Jerte estuviese en su momento de mayor apogeo lo tuvimos claro,

Un hotel bonito y paseos tranquilos para disfrutar este espectáculo de la naturaleza:

 Uno de los días quise levantarme al amanacer porque seguro habrían salido fotos espectaculares pero no fui capaz; de hecho mi máxima ilusión en aquel viaje era desayunar y meterme en la cama otra vez, qué mal cuerpo me dejan los embarazos!

Los atardeceres, sin embargo, eran como brumosos, por eso no se aprecia bien lo bonito que estaba el valle:

  

Desde luego si yo supiera pintar, eran paisajes dignos de un cuadro…

Para dormir no nos complicamos mucho e hicimos una apuesta segura, el Parador de Jarandilla de la Vera,

Entre La Vera y el Tiétar, un castillo que fue residencia de Carlos V y que aún conserva gran parte de su estructura original, como los 2 grandes torreones y un patio de armas en el que podría haberme pasado todo el fin de semana leyendo 😉

Además nos quedamos a cenar allí mismo, que es algo que no solemos hacer en los hoteles y siempre me quedo con la gana, y lo cierto es que comimos estupendamente…

La verdad es los Paradores (aunque no todos) suelen aprovechar edificios históricos que a menudo merecen una visita en sí mismos,

Fueron sólo 2 días pero tuvimos la suerte de coger el Valle en su máximo esplendor y es que el otro día leí en algún sitio que este año la floración está prevista a partir del 27 de marzo y no podía dejar de recomendaros la visita!

Si queréis más información tanto de fechas como de alojamiento o
actividades que organizan en torno a la Fiesta del Cerezo en Flor podéis
mirar aquí.

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Un hotel en… SAMANÁ

Antes de que se vaya del todo el buen tiempo, o por si alguien tiene la suerte de estar planificando un viajecito a tierras más cálidas hoy os traemos la que para nosotros fue la mejor recomendación en República Dominicana, y eso que tuvimos muchas…

Un sitio que ya visitó Colón en su primer viaje! 
Al noreste del país y a pesar de ser cada día un foco más importante de turismo es una de las zonas que más vírgen se conserva aún; las largas playas salvajes, los hoteles más pequeñitos y cuidados, un interior muy auténtico y en general el ritmo más traquilo que otras zonas como Punta Cana –que también nos encantó, todo hay que decirlo– hacen de la Península de Samaná un destino muuuy recomendable para unos días de descanso ;)!
Nosotros nos quedamos con las ganas de ver las ballenas jorobadas, uno de los principales atractivos de la zona, pero ya os contamos que fuimos allí porque se casaban unos amigos así que la fecha era poco flexible.

 Pero con el hotelito que nos habían reservado nuestros amigos tuvimos suficiente compensación 😉

 Samaná Sublime

 Pequeñas casitas rodeadas de palmeras, interminables piscinas,

 camas balinesas, jacuzzi en las terrazas,

 

 decoración colonial

 y kilómetros de playa solitaria…

 ¿Qué más se puede pedir?

Ya lo decía nuestra camiseta;

Desconecta de todo y… 
SONRIE!

¿A quién no le han entrado ganas de estar allí tumbado ahora mismo?
Por si queréis seguir con los dientes largos tenéis más post de república aquí, aquí, aquí y aquí 🙂
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#losmartesconCarlos; «Nuestra casa de la Italia»

Nosotros no es que hayamos sido nunca de planear las cosas con tiempo pero este año, después de un principio de verano algo accidentado por los cambios de planes de última hora nos plantamos en la última semana de julio con muchas ganas de vacaciones y ¡sin saber a dónde ir!
Teníamos la primera semana de agosto reservada para hacer un viajecito los 3 juntos, ya que el resto de nuestro verano suelen ser planes más de familia amplia, con unos y con otros, y nos hacía ilusión pasar unos días los 3 antes de que la familia se ampliara un poco y el viajar se complicara durante unos meses.

Los requisitos eran fáciles; un sitio relativamente cercano (nada de
aviones largos), a algún país donde no me diera miedo ir
embarazada de 6 meses, que hiciese buen tiempo, que no hubiera planes
chulos inaccesibles para hacer con barrigón, ni largas palizas de coche en
las que Carlitos se desesperara; un viaje que lo pudiésemos disfrutar tanto Carlos como nosotros… y, claro está, que no fuera muy caro!
Este último requisito anulaba la mayoría de destinos a una semana de la temporada más alta del año,
así
que después de mucho investigar por la red encontramos una oferta en
Voyage privé para una zona que yo llevaba tiempo con ganas de conocer:

La costa Amalfitana

El destino era casi perfecto: cercano,
accesible, con buen tiempo, con planes de paseos y playa y encima…
muy bien de precio! claro, no era ninguno de los hoteles que yo habría
querido pero es que esos eran prohibitivos (el que quiera una lista de
hoteles muy en la línea de esa zona, se la podemos pasar pero sabiendo
que nosotros sólo fuimos a tomar algún café y a cotillearlos un poco 😉
)

En cambio dimos con un hotel que no estaba en la costa propiamente dicha sino en una aldea cercana a Salerno pero que resultó perfecto para el plan que llevábamos,

 Coche de alquiler, un niño pequeño;
excursiones de día, tranquilidad por las noches,

Villa Rizzo,

 Una villa italiana con su caserón, su piscina,

sus desayunos lentos,
sus cenas de queso y vino a la luz de la luna, sus frutales bien
cuidados, y hasta algún zorrito que se nos cruzaba de noche cuando
íbamos a la habitación!

Un hotel muy, muy kid friendly, con enormes habitaciones en las que además de nuestra cama había una camita y una cuna y sobraba espacio para ir con 5 niños mas 😉

Carlos disfrutó recogiendo avellanas que luego intentaba cascar, 

 paseando por allí como Pedro por su casa,

  
-nuestra casita de la Italia la llamaba-,

 arreglando el jardín, planeando barbacoas alrededor del fuego 😉

 
Un hotel en el que pasamos 5 días inolvidables, de esos que te recargan las pilas para el resto del año! (o casi 😉 )
 
En otros post os iremos contando las excursiones que hicimos y
 las cosas que más nos gustaron de la costiera…

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#losmartesconCarlos; Nuestro hotel kid-friendly a la orilla del mar

Los que nos seguís por Instagram ya habréis visto algunas fotillos del fin de semana pasado…

Organizar una fiesta cansa, y como mi hermana de eso sabe mucho, para que nos recuperáramos mi madre, Carlitos y yo, ya nos había avisado que nos invitaba a un fin de semana de playa y relax 🙂

Hasta el último día no sabíamos donde íbamos, sólo que necesitábamos bikini, cubito y pala y ganas de tumbarnos en la arena!

Y desde luego eso fue lo que hicimos mi madre y yo los 3 días mientras tía Ana hacía castillos y pescaba cangrejos con Carlos. 
Planazo!
La verdad es que el sitio nos sorprendió muchísimo! Yo ya conocía la playa y había comido en Sajorami pero nunca había entrado a la zona de las cabañas y no podía imaginar lo bien que se estaba allí!

Tienen 2 zonas diferenciadas, la de
habitaciones dobles, más tranquila, toda de casitas blancas con sus
hamacas para relajarse después de un día de playa, 

Y otra zona más para familias, con
una explanada de césped central alrededor de la que se distribuyen
cabañas de distintas capacidades y colorines, con sus mesas de picnic
para el desayuno, sus camas balinesas y niños por allí correteando todo
el día:

Y lo mejor de todo, por supuesto, es que al final del césped está la arena!
   
Un restaurante con una carta
bastante variada, desayuno con vistas,
 

y una zona de BBQ que no
necesitamos salir de allí en todo el finde!

Podéis ver todo la información sobre el hotel aquí

 

Y para los que no la conozcáis, la playa de Zahora es estupenda para todos los niños, para los más chicos por la mañana y a última hora de la tarde, con la marea baja y miles de pequeñas piscinas donde perseguir pececillos o buscar conchas, 

 y para los que son algo más mayores, las olas de por la tarde.

Aunque sin duda lo que más le gustó a Carlitos de todo el fin de semana fue el Sr. Bollo, los chicos que se pasean por la playa con una caja de dulces y tocando una campanita,

El se pasaba la tarde llamándolos,

 Sr. Bollo, veeeeeen
La verdad es que pasamos unos días estupendos gracias a tía Ana… 

Así que esperamos que se repitan ;)!
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Dormir en una choricería; La casa de la Sal

Hacía mucho tiempo que no hablábamos de viajes y mira que nos gustan! Dejamos el de República dominicana a la mitad, lo sé, pero miro por la ventana y el cielo no me deja ponerme a pensar en protector solar y playas turquesas justo hoy, así que vamos a proponeros algo mas invernal (los reyes este año nos han traido viajes por partida triple asi que en breve esperamos tener sitios nuevos que enseñaros :)!

Mientras, una escapada de fin de semana que hicimos hace unos años y nos sorprendió bastante:

Candelario,

un pueblo chacinero que conserva casi toda la arquitectura original relacionada con la que, durante muchos años, ha sido su principal fuente de riqueza; los embutidos,

La mayoría de las casas tienen 4 plantas porque la de arriba se usaba como secadero de embutidos,

Muchas siguen conservando las batipuertas, que servían para que los animales no se comieran la carne que el matarife iba depositando en el umbral, a la vez que de burladeros para los bueyes, 

Y quizás lo más característico de este pueblo sea que está todo surcado por las regaderas, una especie de pequeños canales que sirven para el riego de las huertas cercanas y tuvieron la utilidad de arrastrar los despojos y la sangre de los animales en época de matanza. El agua viene de algunos manantiales y del deshielo de la sierra así que está bien fresquita, mas vale no meter un pie sin querer…

Todo eso y mucho más hacen de Candelario un pueblo curioso de visitar; con sus «tejados verticales»,

Sus paredes de piedra,

Las estructuras de madera adosadas a las casas,
Y el hotelito que nos llevó hasta allí,

Una de las pocas Posadas Reales (Marca de Excelencia de la Junta de Castilla y Leon) de la provincia de Salamanca, que data del S. XVIII,

 La Casa de la Sal fue una de las antiguas casas-fábrica de embutidos rehabilitada por sus actuales dueños que quisieron conservar su carácter dándole un toque decorativo que le ha merecido el sobrenombre de la choricería fina.

Un lugar con personalidad, donde el arte, la serenidad y la paz se hacen realidad nada mas entrar.

Disfrutar un buen desayuno casero

 y salir a descubrir los alrededores;

Alfombras de hojas secas,

Riachuelos,

Puentes de piedra,

Miradores,

Lugares desde los que simplemente disfrutar del paisaje de la sierra de Béjar,

Beber agua helada en fuentes de piedra,

Hacer el tonto,

descansar,

Y acabar el día con una cena a base de vino y embutidos junto a la chimenea del Mesón La romana,
Planazo de fin de semana de invierno!!

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Un hotel en el desierto de las Bardenas

 Se acerca agosto, para muchos época de vacaciones y viajes; si es vuestro caso y os vais lejos, ¡qué suerte! pero para los que les toque quedarse, os proponemos un destino cercano para escapada de fin de semana,

que no todos los viajes tienen que ser lejanos!

26 premios para un hotel del que nos gustó absolutamente todo; desde la ubicación,  a la orilla de un desierto que transmite tranquilidad…
¿Sabéis dónde hay desiertos en España?

Aire de Bardenas

Los exteriores, a base de grandes cajas de madera de las que nos gustan ;),


las habitaciones, módulos prefabricados que quisimos conocer cuando planeábamos nuestra casa,

llenos de luz, con cortinas que separan algunos espacios cuando es necesario

y dan amplitud al descorrerse,

con nuestra mecedora!
Un espacio blanco, puro,

 con grandes ventanales porque lo importante son los exteriores…

ya sabéis que las bañeras son nuestra perdición!

Zonas comunes luminosas, blanco, madera, muuucho verde! Una barra para tomar algo,

 Libros y revistas en cada ventana, con sus poyetes de madera para sentarte y dsifrutar de ellas

un patio con su fuente, sus moreras y sus bombillitas de verbena,


Un huerto del que recoger las hortalizas para la cena;

 qué envidia de huerto tan ordenadito!

molinos de viento de los que en su día crearon tanta controversia por si contaminaban visualmente los paisajes pero que a nosotras nos parece que forman parte de él, que son la evolución de esos gigantes, Sancho,

 
¡y Segway para recorrer el desierto con otra perspectiva! Ibamos con la idea de hacer esa excursión pero cuando me vieron aparecer con el barrigón de la foto nos quitaron las ganas… no sé si porque el aparato no iba a poder conmigo o porque los baches del desierto podían hacer que el niño tuviese gana de salir antes de la cuenta…

Cuando
nosotros fuimos había un concurso de fotografías de la luna, y justo
ese fin de semana había luna llena… así que nuestra excursión por el desierto fue en coche y tras la pista de la luna, pero eso os lo contamos la semana
que viene, que este post está siendo larguísimo!!

Mientras, a soñar con desiertos y noches de lunas…