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El plato saludable; en contra de unos y otros excesos…

Quién no se acuerda de la típica pirámide de los alimentos que nos enseñaban en el colegio? Sí, hoy es lunes, un gran día para hablar de esto. Y si encima es lunes después de un fin de semana de bautizo, más necesario aún (aunque a nosotros nos esperan unos cuantos días de comer restos 😉 ). Porque ayer bautizamos, al fin, a Martin, uno de los motivos por los que la semana pasada estuvimos un poco desaparecidas; alguien se ofreció a hacer mis post y al final… Creo que ni los suyos ni los míos ??

Bueno a lo que iba, que aquella pirámide era muy vistosa pero no nos engañemos, un poco liosa también, así que los del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, seguramente viendo el poco caso que le hacíamos en general a la dichosa pirámide decidieron crear una nueva guía alimentaria reuniendo buena parte de los conceptos alimenticios y nutricionales que a día de hoy se pueden hacer llegar a la población general, y así salió The healthy eating plate o
Que según Juan Revenga, «hace hincapié en los aspectos más básicos, es decir, en la importancia del consumo de determinados grupos de alimentos como son el de las verduras, las frutas, las proteínas con un origen saludable, los cereales integrales, los aceites saludables y el agua. Al mismo tiempo, y con poco lugar a los equívocos se aconseja limitar el consumo de alimentos elaborados a partir de cereales refinados, la carne roja, la mantequilla y los productos lácteos, y evitar los embutidos, las carnes procesadas, los alimentos con grasas trans y las bebidas azucaradas.»
En un principio quizás no suene de lo más apetecible pero tengo que decir que nosotros  ya llevamos un tiempo en casa intentando  cumplir más o menos esta guía  sin mucho esfuerzo. Entre semana, claro. Y que Carlos la cumple prácticamente todos los días, así que os animo a que vayáis intentado pequeños pasitos como cambiar de pan o pasta blanca a integral, desayunar o merendar fruta, que ahora que viene el buen tiempo apetece más, etc.
Es mejor un plato así a diario que una mitad de la vida a dieta y la otra mitad
pensando lo q vas a comer ese dia ;)!
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Que estemos siempre juntos…

Hoy he empezado escribiendo un post en el avión sobre gestión
del tiempo. Las listas, las infinitas listas de cosas por hacer, y las pocas
horas que tienen los días. Pero lo he guardado para otro momento.
He empezado otro sobre Operación Boda, y también se ha
quedado en borradores.
Falta de inspiración? De ganas? No lo sé, pero hoy es un día
de esos que te preguntas por qué tienen que irse las personas que más queremos.
Es ley de vida, pero creo que nunca conseguiré entenderlo.
Pienso en todas las veces que Papá nos dice que no hay
motivos para estar enfadado, o de mal humor, teniendo todo lo que tenemos  y lo más importante, estando juntos y estando
bien.
Muchas noches cuando estoy en casa de mi hermana y oigo como
reza “Jesusito de mi vida…” con Carlos cuando se va a dormir, me quedo
escuchando hasta el final, que siempre le dice que le pida algo al niño Jesús. Estas
tres últimas noches lo he acostado yo, y como sabía que siempre hacían eso, después
de rezar, le preguntaba que le quería pedir al niño Jesús.
Los 3 días ha pedido
lo mismo: Que estemos siempre todos juntitos.
Hoy desde nuestro pequeño rincón, le mando todo el ánimo del
mundo a una persona que se ha convertido en alguien especial, que seguro que
hoy lo entiende menos que yo pero que tiene la suerte de haber formado ella,
una familia increíble.
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Ikea con los niños!

Esta iniciativa que ha tenido IKEA me ha encantado!

Su principal objetivo es proporcionar una educación de calidad a los niños y niñas en países en vías de desarrollo.Y es que aún hoy, millones de niños en todo el mundo no tienen acceso a un derecho tan básico y fundamental como es el aprendizaje en la escuela,ya sea como consecuencia de la pobreza, por razones culturales o por discriminación.

IKEA pidió a niños de todos lados del mundo que enviaran un dibujo con el peluche de sus sueños, inventado por ellos. Recibieron cientos de respuestas tan originales y divertidas que el proceso de selección se hizo de lo más duro. De entre todos los dibujos, terminaron eligiendo 10, los cuales fueron convertidos en peluches reales, que ahora son vendidos en las tiendas de IKEA.

 

 

Por cada peluche vendido, Ikea donará 1€ a UNICEF y Save the Children para proyectos infantiles.
No os parecen una chulada??

 

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Para perderse Unaporuna

#losmartescon2; La Colorá, una casa rural para niños y mayores

Pasar un fin de semana en el campo con amigos es uno de esos planes que siempre nos apetecen y que muchas veces vamos dejando por lo complicado que es cuadrar las agendas de todos (¡ni que fuésemos ministros!) y, en el caso de conseguir ese primer paso, además encontrar un sitio en el que quepamos, porque sí, tenemos la gran suerte de tener unos grupos de amigos bastante grandes…
Así que cuando al fin conseguimos ambas cosas, a pesar de que el tiempo no acompañó y en un principio imaginarse a 24 adultos y 26 niños compartiendo una casa puede provocar escalofríos, la verdad es que fue ¡un planazo!

Tanto que, en verano, si Dios quiere, repetimos plan, casa y compañía.  Y es que una de las claves para que resultara todo tan bien -a parte de lo buena gente que son todos 😉 – fue la casa:

Hacienda La Colorá

La verdad es que lo tenía todo; desde la situación, cerca de Córdoba para que no se hiciera pesado el viaje y por si alguien sólo podía apuntarse a pasar el día, a la distribución de las habitaciones en pequeñas casitas independientes unas de otras, repartidas por familias de forma que cada uno tenía algo de privacidad y podía organizar un poco el sueño de los niños, el uso de los cuartos de baño, etc.
Con tanta gente esa independencia facilita mucho la convivencia.

 

Además, todas las zonas comunes son muy amplias; la cocina, grande y totalmente equipada con utensilios y electrodomésticos a escala industrial, la zona de comedor con chimenea, al lado de la cocina, muy cómoda y acogedora.

Las habitaciones se distribuyen alrededor de un patio central muy grande y al otro lado del patio hay un salón enorme con distintas zonas para sentarse tranquilamente a charlar, para jugar al billar, para que los niños corrieran a pesar de la lluvia,

 

 

Y más allá de esa zona, la piscina, que fue la que nos inspiró para organizar otro fin de semana allí en verano; pistas para organizar partidillos,

 

 

y zona de columpios para los más pequeños,

 

 

Y por último los alrededores,  con un montón de sitios para ir de excursión, ver el pantano,

 

 

pasear entre los olivos,

y disfrutar de las vistas!

¡Ya tenemos gana de volver!

Por cierto que con mis amigas del colegio llevamos más de un año hablando de hacer un plan así con los niños y aún no lo hemos conseguido, grrr, a ver si al ver estas fotos os animáis 😉

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Casas y cosas Unaporuna

Quién no viviría aquí?

Empezamos la semana con una casa de las que nos gustan; unas nos llaman la atención por su ubicación, otras por su estructura, otras por cómo están decoradas y ésta, por todo!

Imaginaos un pueblo perdido, un paisaje invernal, una iglesia…

Y si la vaciamos? Y si la PINTAMOS ENTERA DE BLANCO?

 

Suelos de madera, un cuarto de estar enorme aprovechando toda la nave principal, incluido el atril!

 

La cocina al fondo, algo más escondida,

 

Y el dormitorio en el coro; me encanta la distribución!

 

A lo mejor no es justo como yo la hubiese decorado pero es que sólo con esa estructura…
Algún día os contaremos dónde hemos imaginado nuestra casa, un espacio que me recuerda algo a éste (salvando mucho las distancias, qué más quisiéramos 😉 )

Era un bar al que íbamos mucho a tomar algo y fantaseábamos con la idea de comprarlo y hacernos una casa allí, yasabíamos  dónde estaría el dormitorio, cómo sería el cuarto de estar, cómo íbamos a mantener la barra para integrar la cocina…
Pero eso ya es otra historia! Mientras, tenéis más sobre esta casa aquí.
Hasta mañana!
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Operación Boda: Literal

Ya os contamos la semana pasada la buena nueva, y aunque
hasta ahora hemos estado mirando cositas, muy tranquilas, creo que a 5 meses
vista es hora de ponernos en marcha!

 

 

                                          (Este precioso calendario me lo ha regalado Petite Mafalda 😉
Estos días varias amigas que también se casan después que yo
me han estado preguntando, así que intentaré hacer un post a la semana de los
avances (siempre contando con el “factor sorpresa” que no podremos contar hasta
después) y de lo que creo (desde mi inexperiencia) que debemos ir cerrando.
 La semana que viene os contaré quienes son mis manos y mis
pies en todo este precioso lío, pero hoy quería hablaros de la #OperaciónBoda
literal.
Lo reconozco, nunca jamás he sido capaz de ir más de 2
semanas seguidas a un gimnasio. Ni a correr. Ni a nada que suponga no estar
tomando algo en una terracita 😉 Incluyo que he probado entrenadores
personales, electro estimulación y todo aquello que creía que podía ser
definitivo. Propósitos y parte de la nómina tiradas a la basura. Sólo hice una
vez una dieta a base de batidos durante 3 meses, y sí, perdí 8 kilos. Pero creo
que nunca más volveré hacerla. Pero de dietas y tipos de deporte mejor os
cuento otro día.
A 5 meses de estar “panza arriba” en una playa paradisiaca
creo que es el momento de tomárselo en serio.
Ya tenía la bici elíptica en el salón de casa, limpia y reluciente, las
tablas de 7 minutos que me han mandado mis amigas, el manual de Kayla, la
toalla porque me veía sudando mucho;
fruta para después  en la nevera y
una pereza de muerte. Entonces encontré la solución a todos mis problemas:
CURVES. Por lo visto son muy conocidos, pero debido a mi falta de interés,
jamás he oído hablar de ellos. Pasé de casualidad y leí:
En 30 minutos te ayudamos a:
Mantenerte en forma
Estar Sana
Perder Peso
Bajar de talla
Tonificar
Quemar hasta 500 cal.
 Sólo faltaba la frase de: “…y todo eso sin esfuerzo” para
que se me hubieran saltado las lágrimas allí mismo.
Pero no, hay que hacer esfuerzo, eso sí, dinámico, divertido
y en 30 minutos. Y además tienen centros en Córdoba y Coruña, así que no hay
excusas. Esto es lo mío. O eso creo! J
Las chicas son súper lindas y si no voy 3 días a la semana,
dicen que me van a llamar por teléfono por si me he muerto de un empacho de
donuts!
De momento llevo una semana, 3 días, y con ganas de volver!
Y os lo digo en serio. Eso sí, no sé si es por la presión que empiezo a tener,
o porque he encontrado algo que para mi funciona, pero os iré contando los
avances y os animo a todas las que seáis como yo, a probarlo!
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Matar la Vaca: Reflexión

«Una vez que he dejado de fumar, que he desistido de hablar bien inglés que no voy a volver a apuntarme al gimnasio para pagar y no ir,  y que me da mucha pereza levantarme temprano para correr, este año me voy a concentrar en matar vacas.»
 
(Sólo leyendo esa entrada ya sabía que me iba a interesar el artículo).
 
  
Matar la Vaca es un libro donde explica una magnífica metáfora sobre cómo podemos deshacernos de las justificaciones y de las excusas que todos nos ponemos y que nos impiden triunfar. La historia comienza cuando un viejo maestro quería enseñar a un joven discípulo que una vida llena de conformismo y mediocridad coarta nuestro desarrollo.
 
Maestro y discípulo fueron a visitar el pueblo más pobre de la comarca, y dentro de él buscaron la más humilde de todas las viviendas.
 
Una vaca flacucha y escuálida
 
En una casucha a medio derrumbarse de apenas seis metros cuadrados vivían ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban de mala manera para subsistir en aquel reducido espacio. Sus ropas viejas y remendadas, la suciedad y el mal olor que envolvía sus cuerpos eran la mejor prueba de la profunda miseria que allí reinaba. Curiosamente, en medio de este estado de penuria y pobreza total, la familia contaba con una sola posesión que para ellos era muy preciada. Una vaca… una flacucha y escuálida vaca que con su escasa leche permitía a la familia sobrevivir.
 
Maestro y discípulo pasaron la noche en aquella casa y antes del amanecer el mentor le dijo en voz baja al alumno: «Es hora de que aprendas la lección que nos ha traído hasta aquí». Y ante la incrédula mirada del joven, el maestro sacó una daga y degolló a la pobre vaca que estaba atada en la puerta de la vivienda. «¿Qué has hecho maestro? ¿Cómo has podido dejar a esta familia en la ruina total y sin la única posesión que tenían?», preguntó el joven.
 
Un año más tarde, los dos hombres volvieron a aquel pueblo para ver qué había ocurrido con la familia. Buscaron en vano la humilde vivienda, pero donde antes se encontraba la ruinosa casucha ahora se levantaba una casa grande. Y ante su sorpresa vieron salir de la casona al mismo hombre que un año antes les había dado posada. Su aspecto era totalmente distinto. Sus ojos brillaban, vestía ropas limpias, iba aseado y su amplia sonrisa mostraba que algo extraordinario había sucedido.
 
Le saludaron y el hombre -que ignoraba que el maestro y el joven habían sido los responsables de la muerte de la vaca- les contó que algún maleante había degollado al preciado animal que les servía de sustento, y que para no morirse de hambre se habían puesto a sembrar. Decidimos limpiar el patio de la parte de atrás de la casucha -les dijo- y allí sembramos hortalizas y legumbres para alimentarnos. Como nos dimos cuenta que la improvisada granja producía mucho más de lo que necesitábamos para nuestro sustento, comenzamos a vender algunos vegetales a los vecinos, y con esa ganancia compramos más semillas.
 
Conformismo y mediocridad
 
El joven, que escuchaba atónito la increíble historia, entendió finalmente la lección que su maestro quería enseñarle. La vaca, además de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de conformismo y mediocridad. Con la vaca tenían la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando en realidad estaban viviendo en medio de la indigencia.
De esta maravillosa historia pueden extraerse muchas lecciones que pueden ayudarnos a eliminar nuestras propias limitaciones o vacas, como las denomina el autor. La vaca simboliza todo aquello que nos mantiene atados a la mediocridad. Las vacas más comunes son las excusas, que sirven para eludir nuestras responsabilidades y para justificar nuestra acomodada posición buscando culpables por aquéllo que siempre estuvo bajo nuestro control.
 
Hay una serie de frases que escuchamos habitualmente, y que son las excusas más comunes que utilizamos para no salir de la zona de confort en la que nos encontramos. Seguro que muchos de nosotros nos vemos identificados con algunas de estas vacas:   
 
-Yo estoy muy bien porque cuando miro atrás hay otros en peores circunstancias.
-No me gusta mi trabajo, pero tengo que dar gracias de que por lo menos lo tengo.
-No poseo muchas cosas, pero al menos cuento con lo suficiente para poder comer.
-Es que aquí no se apoya al empresario.
-En la empresa no me motivan.
-¿Qué vamos a hacer? Unos nacen con estrella y otros estrellados.
-Así era mi padre, lo mío es genético.
-Mi problema es que mi marido no me apoya.
-Mi hándicap es que mi esposa es negativa.
-Me gustaría leer más, pero no tengo tiempo.
-Las mujeres lo tenemos el doble de difícil que los hombres.
-No quiero empezar hasta estar seguro.
-Yo no sirvo para eso.
-Desgraciadamente lo mío es genético.
-Mi problema es que soy muy tímido.
-Soy de los que piensan que si vamos a hacer algo, o lo hacemos bien, o no lo hacemos.
-Cuando quiera dejar de fumar, lo dejo sin problemas; lo que pasa es que no he querido.
-Lo dejo todo para el último minuto porque trabajo mejor bajo presión.
-Lo importante no es ganar sino participar.
 
 
Salir de la zona de confort
 
Estas autojustificaciones nos permiten estar en la zona de confort, ese lugar -como lo define el experto Antonio Sánchez-Migallón en su reciente libro Motívate– donde nos encontramos a placer, felices porque tenemos la seguridad de que siempre sucede lo mismo aunque sea desagradable; es la zona en la que las cosas, las personas y los acontecimientos son conocidos y los dominamos, aunque no sean de nuestro agrado. No somos felices, pero tampoco desdichados. Quizás nos frustre la vida que llevamos o el trabajo que tenemos, pero no lo suficiente como para querer cambiarlos. Es el miedo el que nos refugia en nuestra zona de confort.
Resulta necesario salir de esta comodidad, confiar más en nosotros mismos y vencer el miedo a lo que puedan opinar los demás si fracasamos, al ridículo o a la vergüenza. Frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez que hayamos matado nuestras vacas.