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Ideas para el DÍA DEL PADRE…

Ya empiezo a ver anuncios y escaparates con ideas y regalos para el Día del Padre.

La verdad es que yo no soy ni de San Valentín, ni del Día del Padre… pero cualquier motivo es bueno para celebrar que tenemos los mejores padres del mundo!

Así que para todas las que queráis tener un detalle ese día, o cualquier otro día del año, os dejo algunas ideas…Están pensadas sobre todo para los niños, que a esas edades hace mucha más ilusión preparar una sorpresa!

Una cena para papá: Cocinar un plato sencillo que guste al padre o que lo sorprenda siempre es una buena alternativa. Los niños lo pasarán en grande en la cocina y preparando la mesa. Entre las recetas más socorridas, ¿qué tal unas empanadillas hechas al horno con alimentos que no haya que cocinar como huevo duro, atún, tomate, aceitunas negras, etc. y combinarlas con una rica ensalada? Si además podéis adornar la mesa con velas o algún servilletero hecho por los niños, lo daréis un toque especial.

Una tarjeta especial: hacer vuestra propia tarjeta de felicitación, con dibujos originales de los niños, estampados de sus manos o incluso sencillos pop-ups será un bonito recuerdo de este día.

Decorad vuestra propia taza de desayuno: conseguid una taza de un solo color y comprad un rotulador permanente que pueda utilizarse sobre cerámica tratada y dejad que los niños hagan su propio dibujo o estampen su mensaje en una taza.

Fotografía especial: ¿a qué padre no le gusta tener una foto chula de sus retoños? Podéis hacer una foto a los niños con un mensaje de “Felicidades, papá” y enmarcarla. Es un regalo clásico, pero rara vez falla, ¿verdad?

Búsqueda del tesoro: ¿y si de regalo le preparamos un juego? Dejad una serie de mensajes por la casa para que papá vaya superando pruebas hasta encontrar su regalo.

Cuadros para papá: un cuadro pintado sobre lienzo, con rotuladores, pincel o con pintura de dedos será estupendo si lleva la firma de los niños y podemos lucirlo en casa.

Trofeo de arcilla: con arcilla o plastilina, haced una copa con el mensaje “Para el mejor papá del mundo”.

Una carta para papá: si el niño ya sabe escribir una buena idea puede ser que le escriba una carta a su padre diciéndole porqué es importante para él, qué le gusta hacer con él o recordando momentos especiales juntos. Los padres se emocionarán seguro (o se echarán unas risas) y los niños aprenderán a utilizar las cartas como una forma más de comunicación.

Inventamos una canción: podemos inventar con los niños una sencilla canción para papá. Seguro que tenéis en casa un montón de instrumentos de todo tipo (y si no los tienéis, podéis improvisar) que servirán para dar ritmo a una letra divertida que inventéis en familia y con la que podáis sorprender al papá.

Un día para descansar: Uno de los regalos que más apreciará el padre será que su día, sea un día especial y para relajarse. Dejad que papá decida el plan para pasar el día fuera, animad a los niños a llevarle el desayuno a la cama (siempre que la edad de los peques sea adecuada). Si hoy es el día de papá, ¿por qué no ayudarle a descargar tareas y descansar un poco? Según la edad de los niños, os recomendamos fijar un horario para esto. Los niños no aguantarán todo el día siendo obedientes o agasajando a papá y la idea es que el regalo sea suyo, no de las mamás hacia el papá ;)

Todas las ideas las he sacado de aquí.

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Antes de los 30…

Por aquí ya los hemos cumplido, pero me gusta leer estos artículos y este me hizo gracia…

Se llama: «10 Creencias Que Vale la Pena Dejar Atrás Antes de Cumplir 30»
 
1. La creencia de que todo el mundo resuelve su carrera en sus veintes.
 
Siempre pensé que tendría todo resuelto en torno a los 25 o – “Ni Dios Quiera” – a los 30. Lo que no sabía era que realmente aún no tienes una carrera en tus 20’s, con suerte tienes un trabajo para pagar las cuentas. Tus 20’s no son para quedarte sentado en el sofá esperando “descubrirte”, son para probar diferentes cosas para ir tomando caminos que te llevarán al lugar que quieres en tu vida.
 
2. La creencia de que la vida de todos los demás es mucho más entretenida que la mía, de acuerdo a los medios sociales.
 
Instagram es muy entretenido, pero está lleno de ilusiones. Sí, el tuyo está lleno de ilusiones, el mío está lleno de ilusiones, el de la Fran está lleno de ilusiones. ¡El de todos! Las personas publicamos sólo lo que queremos que los demás vean, ojo, nadie publica lo peor, lo “feo”, lo común. No te tomes lo que ves en redes sociales como punto de comparación, en su mayoría son sólo ilusiones.
 
3. La creencia de que ser un buen amigo significa permanecer al lado de alguien en cualquier circunstancia.
“En cualquier circunstancia” no debería ser tomado literalmente. Sí, el ser un buen amigo significa acompañar a alguien cuando estén pasándolo mal, cuando tomen malas decisiones, cuando sufren, sienten vergüenza o tienen el corazón roto. Pero cuando alguien te maltrata una y otra vez, o te hace sentir de segunda categoría no estás bajo ninguna obligación de permanecer “amigos” con el o ella, si es que así puedes llamar a esa relación.
 
4. La creencia de que el amor romántico resuelve todo.
 
No lo hace. Es más, puedes estar enamorado de alguien increíble durante años y aún así la vida va a ser complicada, dura, cansadora y un poco atemorizante. Estar enamorado no resuelve los problemas y no es una meta que te trae paz y plenitud. Lo que sí te da es un compañero que está de tu lado y en tu equipo a lo largo del camino de la vida.
 
5. La creencia de que el mundo me debe algo.
 
Trabajar duro y ser buena persona no significa que automáticamente merezcas ese trabajo, a esa persona, ese ascenso, ese reconocimiento, nada. Hay billones de personas en este mundo y muchos de ellos quieren y hacen lo mismo que tú. Así que para conseguir cosas en la vida hay que ponerle mucho más energía y dedicación que sólo ser un “buen trabajador” o “alguien que se lo merece.”
 
6. La creencia de que puedo maltratar mi cuerpo sin sufrir las consecuencias a largo plazo.
 
Mi estilo de vida durante la universidad me da escalofríos cuando lo recuerdo: cantidades absurdas de comida chatarra, un par de bebidas a diario, licor cada vez que salía de fiesta (que era por lo menos 2 veces por semana), no suficiente agua, comidas llenas de sodio, etc.
Lo escuché una y otra vez, pero mi cerebro simplemente no respondía al hecho de que todo lo que metiera a mi cuerpo tendría un efecto sobre mi salud.  Hoy en día trato mi cuerpo con más amor y respeto, y no sólo porque es más saludable al largo plazo, sino porque me siento mejor en el presente. A diario.
 
Las 4 restantes, os las dejo en este link, para que podáis leerlas….
 
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#losmartescon2; de bullying, pegar, chivarse y otras dudas

Como hemos vuelto tarde y cansados -aunque muy contentos- de la escapada del puente, hoy publicamos un post que llevaba ya un tiempo en borradores, desde que leí esta reflexión:


¿Qué hay que hacer cuando te pegan?

Tengo claro que devolverla, no. Eso de «no se pega» pero por otro lado «está bien que sepa defenderse» a mí no me gusta, me sigue pareciendo la doble moral que tanto vemos en educación, crianza, política o en lo que sea; esa doble moral que todos consensuamos sin necesidad de hablarlo pero que si alguien en un momento dado dice que no lo hace así, que no le gusta, todo el mundo salta; que no te has visto en la situación, que eso es idealismo, etc. Que no nos gusta descubrir que hay quién hace las cosas de otra forma, aunque cueste más trabajo.
Que recordar eso molesta.

Pues eso, cuando a un niño le pegan en el cole -o donde sea- ¿qué hay que decirle?
Pegar, para mí, está mal. Si yo intento no pegarles a ellos porque no estoy de acuerdo con ningún tipo de violencia, porque no soy capaz de decirles «no se pega» mientras les doy un azote, porque me sigue chirriando la frase de «yo sí porque soy el padre pero tú no porque eres pequeño», aunque ya esté en el otro lado -a veces, que el lado de la hija me lo siguen recordando a diario ;)-.

No se pega
No se devuelve una torta
¿Ni en defensa propia? Entonces, ¿qué se hace?

Salir corriendo? Eso es de cobardes…


¿Poner la otra mejilla? Idealmente sí, pero si no lo hago yo con 30 años en otras cosas de la vida no se lo voy a pedir a un niño de 2 años… puedo explicarle que eso es lo que haría el niño Jesús, que era muy bueno, muy bueno, pero que nosotros que no lo somos tanto podemos pedir ayuda, si no lo podemos solucionar de otra forma, antes de pegar.

¿¿Chivarse??


Los chivatos (aunque a mi madre no le guste la palabra) son lo peor del mundo, pero me parece especialmente interesante la diferencia que plantea una madre de Marte entre delatar y denunciar; chivarse lo englobará todo, pero tendremos que enseñarles a diferenciar que si una cosa le hace daño a otro niño -o a otra persona-, se debe denunciar. Si simplemente es una trastada individual como, yo que sé, escaparse de clase o copiar, por ejemplo, entonces eso sí sería más delatar…

Difícil diferenciarlo, ¿eh? tanto que hasta busqué las definiciones:

Chivato: Persona que acusa o delata a alguien o informa de forma secreta acerca de algo.

Acusar: Atribuir a una persona la responsabilidad de un delito, una falta o una acción reprobable.

Delatar: Desvelar a una autoridad quién es el autor de una falta o un delito.

  1. Poner de manifiesto algo que se guarda oculto y que, generalmente, es reprobable.

Denunciar: Comunicar a una autoridad que se ha cometido un delito o que alguien es el autor de un delito.
       Declarar públicamente que cierta cosa se considera ilegal o injusta.

¿Entonces la diferencia es que lo haces en secreto? Denunciar suena como más valiente… suena hasta bien. De hecho Kiva, el programa escolar antibullying que más éxito ha tenido en Finlandia, se basa precisamente en promover la denuncia de los compañeros:

KiVa intenta cambiar las normas que rigen el grupo —indica la profesora—. Dentro del grupo están los otros, esas personas que no acosan, que observan, que son testigos y que se ríen. A través de esa comunicación no verbal transmiten el mensaje de que lo que pasa es divertido o está bien, aunque tengan una opinión diferente. No hay que cambiar la actitud de la víctima, para que sea más extrovertida o menos tímida, sino influir en los testigos. Si se consigue que no participen en el acoso, eso hace cambiar la actitud del acosador. El objetivo es concienciar de lo importante de las acciones del grupo y empatizar, defender y apoyar a la víctima».

¿Entonces?

Aquí parece que hemos mezclado varios temas pero es que este fin de semana me he leído un libro de una chica de 20 años que lleva desde los 13 arrastrando problemas importantes en parte provocados por el bullying que sufrió en el colegio. Y me ha recordado otra reflexión que leí ahora mismo no recuerdo dónde sobre lo horrible que debe ser que acosen a tu hijo, es cierto, pero más horrible puede ser que tu hijo sea de los acosadores. Y estoy de acuerdo. En el primer caso podremos ayudarlos, darles armas para que les afecte lo menos posible, para hacerlos fuertes, alejarlos de ese ambiente dañino… pero, y si los dañinos son ellos? eso debe ser mucho más complicado (no era este artículo pero podéis leer la idea aquí)
Así que, ¿cómo lo véis vosotros? ¿creéis que es una buena solución promover entre los niños que pidan ayuda si les pegan y no pueden solucionar las cosas de otra manera? ¿creéis que es mejor que se defiendan ellos solos? ¿la primera opción los convertirá en unos chivatos y por tanto, en esos a los que todo el mundo quiere pegar?