¡BUENOS DÍAS DESDE PARÍS!
El lado bueno de las cosas…
¡BUENOS DÍAS DESDE PARÍS!
El 12 de octubre tuvimos una boda a la que, con toda nuestra pena, al final no pudimos ir (el bebé no tenía gana de moverse de Córdoba y amenazaba con salir antes de la cuenta…). Nos habría encantado acompañar a los novios en un día tan especial, pero al menos, tuvieron un detalle nuestro en su celebración:
Nos habían encargado los meseros, para poner el número de cada mesa y que los invitados pudiesen encontrar su sitio,
Belén quería algo muy sencillo, nos contó que había elegido unos manteles de lino gris oscuro y centros de paniculata así que decidimos hacer unas etiquetas de cartulina kraft clarita con un corazón de pizarra para poner el número de la mesa con tiza, y un detalle de unas hojitas, para darle un toque campestre,
¿y qué más campestre que sujetar los meseros con… UN PAALOOO!!!?
Ya conocéis nuestra debilidad por los troncos, así que para una boda de otoño nos parecieron perfectos ;)!
Unas piñas para adornar la mesa de los novios…
y 29 tronquitos limpios y listos para viajar a Sevilla!
Nos dió mucha pena no estar con vosotros pero ya nos han contado lo guapos que íbais y lo divertida que fue la boda así que, Alvaro y Belén,
¡BUENOS DÍAS!
La semana pasada estuve unos días en Madrid, aproveché que tenía que ir a una reunión de trabajo y me quedé a pasar el fin de semana. Ya sabéis nuestra debilidad por conocer sitios nuevos y diferentes y además así poder contároslo después. Y mis amigas que ya nos conocen, siempre aciertan a la hora de elegir.
Esta vez se encargó Bea, amiga y ahora colaboradora de nuestro blog, de elegir y reservar el sitio. Beuska, qué gran acierto. DRAY MARTINA.
Grandes mesas alargadas de madera, con sillas diferentes unas de otras, y una gran estantería al fondo en el salón principal.
Tiene 2 plantas y mi consejo es que reservéis porque siempre se llena. La planta de abajo es para celebraciones o fiestas privadas y el techo es entero de ladrillo visto.
Abren ininterrumpidamente desde las 8:30 hasta las 2:00a.m por lo que también podéis ir a desayunar o merendar. Nosotras fuimos a cenar y la carta es muy variada y sorprendente. Gastronomía mediterránea presentada de una forma original. Tanto es así que tuvimos que pedir uno de los platos estrella: Salmorejo sobre helado de queso de cabra y crujiente de ibérico. Viniendo del Sur, prefería pedir cualquier otra cosa antes, pero la realidad es que la presentación y el sabor merece la pena. También debéis dejaros hueco para el postre: La tarta de queso o el helado Martina, dentro de una maceta con polvo de Oreo por encima, toppings al gusto y una ramita de menta.
No hice fotos porque era de noche, estaba lleno de gente (era jueves) y además quise disfrutar al 100% de la cena, la conversación y sobre todo, la compañía. Pero todas las imágenes son de aquí.
Os recomiendo a los que vivaís por allí, que no dejéis de conocerlo. Dicen que los desayunos se suelen alargar casi hasta la hora de la comida. Para aquellos que puedan claro 😉
Ayer, ¡al fin! terminamos de organizar las cajas de la mudanza; ya está el cuarto del niño vacío de nuestras cosas, listo para ir preparándole las suyas. Hoy empezamos a vivir de verdad en esta casa, a sentirla nuestra casa.
Como ya os contamos aquí, todas las despedidas tienen un punto amargo, aunque el irte haya sido una decisión tuya.
También de allí salimos una madrugada con una ilusión que sospecho irrepetible.
Pero hoy es un día alegre, era lo que queríamos, era parte de nuestro sueño. Habría sido mejor, infinitamente mejor que fuera el sueño completo. Pero tenemos un trocito, disfrutémoslo.
El post de hoy me cuesta mucho trabajo escribirlo y además me produce un sentimiento de tristelicidad. Inevitablemente me pone triste, mucho más triste de lo que nadie puede imaginar, pero también feliz, porque disfruté muchísimo con la preparación y lo hice desde el amor más grande y sincero que se puede hacer algo. Hacia mi hermana y hacia mi primer sobrino. A los 2.
Hace ahora un año, organicé una Baby Shower sorpresa para mi hermana. Os la contaré en varios post para que no se haga muy largo.
Lo primero, LAS INVITACIONES.
A ella le encantan las manualidades, por eso quería que todo fuera hecho a mano. A mí en aquel momento no me interesaban mucho, la verdad, pero puse todo mi cariño y esfuerzo en hacerlo lo mejor posible.
Como en aquella época ni teníamos el blog ni pensábamos tenerlo, no tengo fotos buenas, pero si que hice algunas para luego regalarle un álbum de recuerdo.
La invitación consistía en un sobre craft que se abría en forma de cajita, de selfpackaging
y dentro encontrabas lo siguiente: Una foto de mi hermana embarazada, una tarjeta con una frase estampada con sellos, un cartón (de una caja) con la información de la fiesta y un pequeño sello de unas manos, o unos pies, junto con una frase, «READY TO POP!». La idea de la frase me la dio Bea, autora del precioso blog Con Botas de Agua.
Todo dentro de la cajita y cerrada con cuerda vieja y puntilla de encaje blanco. También puse etiquetas con los nombres de cada una de las invitadas.
La semana que viene os enseñaré los detalles de la fiesta; siempre nos quedará el recuerdo de un día muy especial…